sábado, noviembre 13, 2004

QUIEN FUE SAN MALAQUIAS?

Nació en Armagh, Irlanda, en 1094 en la familia O'Morgair, según San Bernardo de la nobleza. Fue bautizado con el nombre de Maelmhaedhoc (latinizado como Malaquías).

Fue educado por Imhar O'Hagan y después por el Abbad Armagh. Fue ordenado sacerdote por St. Cellach (Celsus) en 1119.

Después de su ordenación continuó sus estudios de liturgia y teología en Lismore, San Malchus. En 1123 fue elegido abad de Bangor y un año mas tarde fue consagrado obispo de Connor.

En 1132, fue elevado a la primacía de Armagh. San Bernardo nos dice que San Malaquías poseía un gran celo por la religión.



Al morir San Celsus, San Malaquías fue nombrado Arzobispo de Armagh en 1132, aunque por su gran humildad le costó aceptarlo. Las intrigas no le permitieron asumir su cargo por dos años. En tres años restauró la disciplina eclesiástica en Armagh.

En 1139 viajó a Roma y en el camino visitó a San Bernardo en Clairvaux. En Roma fue nombrado legado de Irlanda. Regresando vía Clairvaux obtuvo cinco monjes para fundar en Irlanda y fue así que surgió la gran abadía de Mellifont en 1142.

En un segundo viaje a Roma, San Malaquías enfermó llegando a Clairvaux y murió en los brazos de San Bernardo el 2 de noviembre.

Se le atribuyen muchos milagros pero por lo que más se le recuerda es por su don de profecía.

Fue canonizado por el Papa Clemente III, el 6 Julio de 1199. Su fiesta se celebra el 3 de noviembre.

El pequeño Malaquias tuvo también la inmensa suerte de vivir en el nuevo mundo, en el que la confianza era algo corriente y el temor del milenio ya no pesaba sobre generaciones enteras; su vida fue tranquila y profundamente cristiana, con una escapada hacia la vida eremita a los doce años en busca de la verdad divina. La estancia junto al ermitaño Isma le ayuda a decidirse por la vida religiosa y con su acercamiento al obispado de Armagh (en la actual región del Ulster, Irlanda del Norte), se labra una profunda amistad entre el obispo Celso y el joven Malachy, que se convierte en diácono del obispo.

Como diácono, el buen Malaquias se acerca cada día más a su verdadera vocación de atención a los más necesitados y, con la enseñanza de la teología y del catecismo, su espíritu se refuerza en la búsqueda de la verdad divina y en el continuado estudio de la doctrina. Así a los veinticinco años llega su ordenación sacerdotal en el año 1120, tras cinco años de ejemplar diaconado. Malaquias se va al obispado de Lismore a seguir su labor religiosa; de allí pasa a la diócesis de Bangor, junto al mar, y se convierte en abad de la olvidada abadía local, en donde su vida se hace más ejemplar para los fieles, que ya empiezan a atribuirle milagrosas actuaciones y una santidad indudable. En 1125, Malachy es nombrado obispo, yendo a la diócesis de Connerth hasta que la guerra destruye la ciudad y le obliga a irse a Ibrack, donde el buen obispo pone en pie un monasterio para sus monjes, apiñados en torno a su figura. Es nombrado obispo de Armagh por decisión de Celso, que quiere ver reforzada la Iglesia en aquella ciudad amenazada por la situación de guerra y confusión permanente en la zona. Allí, en Armagh, Malachy tiene que restaurar el orden religioso en su sede episcopal, ocupada por otros obispos nombrados por los nobles, en oposición al Papa.

El buen Malaquias se convierte en un molesto (para el poder local) habitante de los alrededores y el obispo rebelde, Nigel, decide acabar con él. Las tropas que van a prenderle se encuentran con un Malaquias desarmado y sumiso que se deja capturar, pero el cielo se oscurece y un rayo destroza al capitán de la partida. Es la señal del cielo y los soldados, aterrorizados, vuelven a Armagh a difundir el prodigio. Nigel, abandonado por todos, abandona la villa y Malaquias entra, en olor de multitudes, en su ciudad de Armagh; pero ya ha decidido dejar la pompa y el boato y, tras nombrar sustituto, se reserva la más modesta sede de Down. Desde allí planea su viaje a Roma, para pedir a la Santa Sede que Irlanda, la fiel Erín, tenga arzobispado y la máxima categoría dentro de la Iglesia. En 1138 parte para Roma y llega tras un año de viaje a postrarse a los pies de Inocencio II, quien le concede el rango arzobispal para su Irlanda. Vuelve a Armagh y desde allí recorre la isla entera, dando nuevos bríos a la iglesia irlandesa.

Ya en los últimos momentos de su vida, Malaquias se vuelve a un punto querido, al monasterio del Císter en Clairvaux, donde ha querido retirarse para vivir en la modestia de la orden, junto a su amigo Bernardo, otro santísimo varón con quien pasará sus postreros momentos, muriendo el 2 de noviembre de 1148.

Se dice que Malachy, avisó a san Bernardo, su amigo, que Dios le había concedido morir en la festividad de Todos los Santos para acabar con todos los vestigios de su terrena vanidad. Tal es su único deseo: purgar el posible pecado de haber sido orgulloso defensor de la doctrina que el enseñó y aprendió desde niño.

3 comentarios:

enigmas PRESS / Gandica dijo...

... Y se ha vuelto a poner "de moda" Mr San Malaquías por estos días.
Lo que me ha servido de mucho para hacer un Permalink hacia estos lados.

Cordial saludo.

Anónimo dijo...

Saludos,soy de Venezuela,realmente no soy asidua a las lecturas religiosas,sin embargo,un sueño que tuve,´movió mi curiosidad: Caminaba a orillas del mar, el agua cristalina mojaba mis pies,y veía como las olas iban y venían, luego de estar contemplando este vaivén,vi que el agua se alejó,en la arena húmeda,en grandes letras quedó un nombre impreso:MALAQUIAS MALAQUIAS...

Anónimo dijo...

me incanto esta historia y ci alguien me puede ayudar diciendome cuando murio malaquiAS se los agradeceria muccho GRAZIZ :) / :) ;
;)-: )-: )-: )-: )- : )- : )- : )- ) :) MIREN LO ALREVES ;)